Un piloto de aviones de la I Guerra Mundial que no cuenta
con demasiadas amistades entre sus compañeros entablará una complicada relación
con un joven e inexperto aviador.
“La película rezuma un refinado romanticismo. Davies captura
esa época de elegancia y contención con actuaciones contenidas pero intensas y
una cuidadísima selección de vestuario y ambientación. La única escena de amor,
filmada en un espiral lento y aéreo, evoca con nostalgia una voluptuosidad
delicada, evitando cualquier carga vulgar. En última instancia, el tiempo mismo
se convierte en protagonista. La historia —tan minuciosa que todo ocurre en el
transcurso de un único día— se convierte en un espejo del pasado que estalla
para abrir paso a un futuro incierto.” (Anthony Oliver Scott)