William Munny es un pistolero retirado, viudo y padre de
familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a sus hijos. Su
única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega y de un
joven inexperto, Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a
una prostituta.
“Medio siglo después de que John Ford rodara La
diligencia, Eastwood reinventa el western hasta hacer que
adquiera el salvaje peso de la verdad. Eso sí, tras el largo viaje de este
género (el más antiguo del cine), los héroes vuelven derrotados. El oficio de pistolero
enseña su rostro más brutal, sin mitologías: “Yo antes mataba. Ahora, soy un
tipo normal”, dice William Muny en su retiro. Posteriormente volverá a las
andadas para desentrañar el auténtico secreto que encierra el oficio de matón: “Cuando
matas a alguien, no sólo le quitas lo que es. También le quitas lo que podría
haber sido.” (Luis Martínez)