Un detective de Scotland Yard está persiguiendo a un asesino
lanzador de puñales por todo Londres. Sus pesquisas le llevan hasta un club
nocturno y a un misterioso doctor que trafica con drogas.
“Una pequeña y divertida krimi del maestro español de
la obscenidad, Jess Franco, quien ofrece una película policíaca muy sólida que
renuncia a su fórmula habitual de sordidez. Una trama convincente, una
fotografía inspirada (esos extraños ángulos marca de la casa de Franco) y
algunos de los mejores actores con los que Jess había trabajado hasta ese momento”
(Ian West)