En 1967 Jorgen Leth realizó un cortometraje de 13 minutos
llamado The Perfect Human, un documental sobre el comportamiento humano.
En el año 2000, Lars von Trier retó a Leth a rodar cinco “remakes”; de dicho
corto, cada uno de ellos obstaculizado por una condición que el realizador
debía respetar escrupulosamente.
“Leth acepta el reto de rehacer su película experimental en
blanco y negro de 12 minutos cinco veces más, y von Trier, el sádico
centelleante, pone en práctica una serie aleatoria de obstáculos de dirección
para cada remake. Se trata de un amistoso juego del gato y el ratón entre el
imperturbable anciano estadista Leth y su vástago bastardo, el caprichoso y engreído
von Trier. Del fundador del movimiento Dogme 95 no se podía esperar menos. Von
Trier es un hombre que adora su libro de reglas y se rige, si no por el amor en
sí, por una especie de simulacro malicioso que roza la locura.” (Mark Savlov)